Comer es una de las cosas que básicamente nos interesa a
todos, pues es algo que todos hacemos y de lo que muchos obtenemos una gran
cantidad de placer. Sin embargo, hay personas para las que esto se convierte en
una fuente de problemas tanto personales como de la salud.
DIGESTIÓN Y FLUJO
DE ENERGÍA
La digestión es
el proceso gastrointestinal de descomposición de la comida y absorción de sus
constituyentes por el organismo. En la siguiente imagen, tomada del libro de
Pinel, puedes revisar los procesos digestivos e identificar el tubo digestivo.
Como resultado de la digestión, la energía se suministra
al organismo en tres formas:
1. Lípidos: son
moléculas orgánicas formadas básicamente por carbono e
hidrógeno y generalmente, en menor proporción, también oxígeno. Son grasas.
2. Aminoácidos: son
el producto de la degradación de las proteínas.
3. Glucosa: también
llamada dextrosa es un carbohidrato o glúcido que está relacionada con la
cantidad de azúcar que el organismo es capaz de absorber a partir de los
alimentos y transformar en energía para realizar diferentes funciones o
simplemente ayudar a mantener el cuerpo caliente.
El cuerpo necesita almacenar energía para utilizarla en
los intervalos entre las comidas, ya que el cuerpo utiliza energía
constantemente. Esta energía se almacena en tres formas:
1. Grasas: también
llamadas lípidos, conjuntamente con los carbohidratos representan la mayor fuente
de energía para el organismo.
2. Glucógeno: es
una forma que tiene el cuerpo de acumular energía. Se puede decir que el glucógeno
es el como el combustible del organismo humano.
3. Proteínas: son
moléculas formadas por aminoácidos que están unidos por un tipo de enlaces
conocidos como enlaces peptídicos. El orden y la disposición de los aminoácidos
dependen del código genético de cada persona. Todas las proteínas están
compuestas por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, y la mayoría contiene
además azufre y fósforo.
Existen dos razones por las que las grasas son la forma
principal de almacenamiento de energía:
1. Un gramo de grasa puede almacenar el doble de energía que
un gramo de glucógeno.
El glucógeno, a diferencia de las grasas, atrae y retiene
cantidades importantes de agua.
2. Si el peso se sitúa dentro de lo normal y todas las
calorías de las grasas se almacenasen en forma de glucógeno, el peso corporal
probablemente sobrepasaría los 275 kilos. Por esto es que las grasas son la
forma principal de almacenamiento y no el glucógeno.
METABOLISMO ENERGÉTICO
https://magic.piktochart.com/output/13278797-metabolismo-energetico |
El flujo energético durante las tres fases del
metabolismo de la energía está regulado por dos hormonas pancreáticas: la
insulina y el glucagón.
Durante la fase cefálica y la de absorción, el páncreas
libera una gran cantidad de insulina al torrente circulatorio, pero muy poca
cantidad de glucagón.
La insulina desempeña
tres funciones:
Estimula la utilización de la glucosa como principal
fuente de energía por parte del organismo
Estimula la conversión de los carburantes de transmisión
hemática en formas que pueden almacenarse: la glucosa en glucógeno y grasa, y
los aminoácidos en proteínas.
Estimula el almacenamiento de glucógeno en el hígado y
los músculos, de las grasas en el tejido adiposo y de las proteínas en los
músculos.
A diferencia de la fase cefálica y de absorción, la fase
de ayuno se caracteriza por un nivel sanguíneo alto de glucagón y bajo de
insulina. Los niveles bajos de insulina favorecen la conversión del glucógeno y
de las proteínas en glucosa. Esta transformación de las proteínas en glucosa se
conoce como gluconeogénesis.
Los altos niveles de glucagón propios de la fase de ayuno
estimulan la liberación de ácidos grasos
libres por parte del tejido adiposo y su utilización como carburante
principal del organismo. Además, también estimulan la transformación de los
ácidos grasos libres en cetonas, que
son empleados los músculos como fuente de energía durante la fase de ayuno.
Supuesto del punto
de ajuste
La mayoría de las personas atribuye la sensación
de hambre a un déficit energético, y contempla el hecho de comer como el medio
por el cual los recursos energéticos vuelven a su nivel óptimo, es decir a su
punto de ajuste energético. Después de comer, los recursos energéticos de una persona
se encuentran cerca de su punto de ajuste, y disminuyen después a medida que el
organismo usa su energía. Cuando el nivel de energía del organismo desciende
muy por debajo del punto de ajuste, la persona se ve estimulada a comer de
nuevo por una sensación de hambre. Según el supuesto del punto de ajuste, la
persona sigue comiendo hasta que tiene la sensación de saciedad, es decir, que
ya no se siente hambrienta.
Teorías
glucostática y lipostática del punto de ajuste del hambre y la ingesta de
alimentos
http://popplet.com/app/#/3202872 |
FACTORES QUE
DETERMINAN QUÉ, CUÁNDO Y CUÁNTO COMEMOS
¿Qué comemos?
Hay sabores que tienen un alto valor de incentivo
positivo para casi todas las personas. La mayoría de personas tiene una
inclinación especial por sabores dulces, grasos y salados. Esta pauta es adaptativa
porque por naturaleza los sabores dulces y grasos son característicos de los
alimentos ricos en energía que son ricos en vitaminas y minerales, y los
sabores salados son característicos de alimentos ricos en sodio. Las personas
usualmente sienten aversión hacia lo amargo, estos sabores generalmente están
asociados a toxinas.
Además, otro factor que determina qué comemos muchas
veces es aprendido, es decir, observamos a los que pertenecen a nuestra cultura
y nos inculcan los alimentos o bien, se eligen alimentos que se asocien con un
aporte de calorías y evitar aquellos relacionados con enfermedades.
¿Cuándo comemos?
Por influencia cultural los seres humanos fijan horarios
alimenticios de acuerdo a su trabajo, rutinas familiares, preferencias
personales y otros factores; muchas personas
si se saltan una comida pueden experimentar dolor de cabeza, náuseas,
dificultad para concentrarse, es decir, una crisis de malestar. El momento de
la comida de cada persona coincide con el momento en que es probable que esa
persona sienta más hambre.
¿Cuánto comemos?
Hay un estado de la motivación llamado saciedad que es el que hace que dejemos
de ingerir alimentos cuando aún hay comida.
● Señales de
saciedad
La comida en el estómago y la entrada de glucosa en
sangre pueden inducir señales de saciedad, las cuales inhiben consumos
posteriores. Estas señales parecen depender tanto del volumen como de la
densidad nutricional de comida.
● Falsa ingesta
El estudio de la comida simulada indica que las señales
de saciedad provenientes del estómago o de la sangre no son necesarias para
finalizar una comida. En estos estudios la comida es masticada y tragada por el
sujeto, pero la comida después sale fuera del cuerpo por medio de un tubo implantado
en el esófago. Dado que la comida simulada no proporciona energía al organismo,
las teorías depunto de ajuste predicen que todas las comidas simuladas deberían
ser copiosas, pero no es así. Las cantidades comidas dependen en gran medida de
la experiencia previa que se tenga con los efectos posteriores a la ingesta y
no con el efecto inmediato de la comida sobre el organismo.
● El efecto
aperitivo y la saciedad
Pequeñas cantidades de comida consumidas antes de la
comida, de hecho aumentan el hambre más que la reducen, esto es conocido como
un efecto aperitivo. Tiene lugar
porque el consumo de una pequeña cantidad de comida es especialmente efectivo
para provocar respuestas de la fase cefálica.
● Influencias
sociales y saciedad
Las sensaciones de saciedad dependen de que se esté
comiendo en solitario o en compañía. En el caso de los humanos, los factores
sociales también parecen reducir el consumo.
Te podrás preguntar por qué los factores
sociales pueden reducir el consumo; bueno, imagina algún almuerzo familiar o
con amigos o simplemente en un lugar público… ¿comes igual que cuando estás
sola? Usualmente las personas controlamos más nuestra ingesta de alimentos
cuando estamos acompañados, ya sea por vergüenza u otros factores, pero en casa
estamos solos, nadie nos ve y somos libres de comer lo que queramos.
REGULACIÓN DEL
PESO CORPORAL: PUNTOS DE AJUSTE FRENTE A PUNTOS DE EQUILIBRIO
Un aspecto importante de la teoría de la ingesta del
punto de ajuste es que también implica la regulación del peso corporal.
Variabilidad del
peso corporal
La teoría del punto de ajuste está diseñada expresamente
para explicar la razón por la cual el peso corporal de un adulto permanece
constante. Aun así muchos adultos experimentan cambios grandes y duraderos en
su peso corporal.
Las teorías de punto de ajuste de la regulación del peso
corporal sugieren que el mejor método para mantener el peso corporal constante
consiste en comer cada vez que existe una motivación para ello, ya que la
función principal de esta motivación del hambre es defender el punto de ajuste.
Regulación del
peso corporal a través de cambios en la eficacia de la utilización de la
energía
En muchas teorías de punto de ajuste está implícita la
premisa de que el peso corporal depende en gran medida de la cantidad de comida
ingerida. A medida que el nivel de grasa de una persona disminuye, esa persona
empieza a utilizar los recursos energéticos de manera más eficaz, lo que limita
posteriores pérdidas de peso. A la inversa, la ganancia de peso está limitada
por una disminución progresiva de la eficacia de utilización de la energía.
El mecanismo según el cual el organismo ajusta la
eficacia de la utilización de la energía como respuesta a sus niveles de grasa
corporal se conoce como termogénesis
inducida por dieta.
Los aumentos en los niveles de grasa corporal producen
aumentos en la temperatura corporal, con lo que se requiere una energía
adicional para mantener dicha temperatura. Los descensos del nivel de grasa
corporal tienen el efecto contrario.
Puntos de ajuste y
puntos de equilibrio en el control del peso
Argumentan que el peso corporal tiende a girar en torno a
un punto de equilibrio natural. A medida que aumentan los niveles de grasa
corporal, se producen cambios que tienen a limitar sucesivos aumentos, hasta
que se alcance un equilibrio entre todos los factores que estimulan la ganancia
de peso y los que la frenan.
El modelo del punto de equilibrio proporciona un tipo
flexible de regulación homeostática. Según este modelo, el peso corporal
permanece estable siempre que no se produzcan cambios a largo plazo en los
factores que influyen en él.
El atractivo del modelo del punto de ajuste se
atribuye en gran medida a la existencia del modelo del termostato, que supone
un medio muy gráfico de pensar en el punto de ajuste. Se presenta el modelo del barril con escapes.
PROBLEMAS
ALIMENTICIOS
Dentro de este tema es importante incluir los problemas alimenticios,
pues afectan a todos los seres humanos por la mala ingesta de alimentos. Los
problemas alimenticios se caracterizan principalmente por períodos o hábitos
incontrolados e impulsivos de ingesta de alimentos más allá de unos límites
razonables. Aunque los síntomas no incluyan la toma de purgantes pueden darse
episodios esporádicos de ayuno o dietas seguidas de sentimientos de vergüenza o
culpa. Las personas que comen compulsivamente suelen experimentar angustia y
depresión que, a su vez, den paso a periodos de excesos en la comida.
Entre los tipos más comunes de problemas alimenticios se
encuentran:
Anorexia
Es un miedo real a engordar y tienen una imagen
distorsionada de las dimensiones y la forma de su cuerpo. Es por esto que no
pueden mantener un peso corporal normal. Muchos adolescentes con anorexia
restringen la ingesta de alimentos haciendo dieta, ayuno o ejercicio físico
excesivo. Apenas comen, y lo poco que ingieren se convierte en una obsesión.
Otras personas que padecen anorexia recurren a los
atracones y las purgas: ingieren grandes cantidades de alimentos y luego tratan
de deshacerse de las calorías induciendo el vómito, tomando laxantes, haciendo
ejercicios físicos en exceso, o mediante una combinación de estas.
Bulimia
Quien la padece se da grandes atracones de comida y
después trata de compensarlo con medidas drásticas, como el vómito inducido o
el ejercicio físico en exceso para evitar subir de peso. Con el tiempo, esto
puede resultar peligroso, tanto física como emocionalmente. También puede
conducir a comportamientos compulsivos. Las personas bulímicas comen grandes
cantidades de comida de golpe y suelen hacerlo a escondidas. Con frecuencia
comen alimentos que no están cocidos o que aún están congelados, o sacan comida
de la basura.
Suelen sentir que no pueden dejar de comer y solo lo
hacen cuando están demasiado llenos como para seguir comiendo. A diferencia de
las personas anoréxicas, que suelen ser muy delgadas y suelen tener un peso
inferior al normal; las personas bulímicas pueden tener un peso normal o estar
un poco excedidas de peso. Las personas bulímicas a menudo sienten miedo a
ganar peso y un intenso desagrado, vergüenza e infelicidad con respecto a su
cuerpo. El ciclo de comidas copiosas y purgas pueden sucederse en un periodo
semanal o, incluso, diario.
Comedor compulsivo
o trastorno por atracón
Las personas que lo sufren pierden el control sobre su
alimentación y pasan por episodios incontrolables en los que consumen grandes
cantidades de comida en un breve espacio de tiempo.
A diferencia de las personas con bulimia nerviosa, no
experimentan conductas compensatorias. Es decir, no tratan de eliminar la
comida mediante vómitos inducidos, ayunos o abuso de laxantes. Los atracones
son crónicos y pueden derivar en graves complicaciones de salud como: obesidad
severa, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
También experimentan culpa, vergüenza y angustia acerca
de sus irrefrenables comidas, lo que puede conducir a más atracones.
Al igual que la anorexia y la bulimia, el trastorno por
atracón implican patrones de alimentación no saludables que comienzan de manera
gradual y llegan al punto en que la persona no logra controlarlos.
Indicios de los
problemas alimenticios
- Adelgazar mucho, volverse frágiles o escuálidas
- Estar obsesionadas con la alimentación, los alimentos y
el control del peso
- Pesarse de manera reiterada
- Llenarse con agua deliberadamente cuando visitan a un
profesional para pesarse
- Contar o racionar los alimentos cuidadosamente
- Hacer ejercicio en exceso
- Sentirse gordas
- Aislarse socialmente, especialmente evitando las comidas
- Deprimirse, sentirse sin energía y sentir frío con
frecuencia
- Tener miedo a aumentar de peso
- Sentirse realmente insatisfecha con el tamaño, la forma y
el peso corporal
- Inventar excusas para ir al baño inmediatamente después
de comer
- Comprar laxantes, diuréticos o enemas con regularidad
- Llevar el conteo calórico de los alimentos
Obesidad
La obesidad es una enfermedad crónica tratable que
aparece cuando existe un exceso de tejido adiposo, grasa, en el cuerpo. La mayoría de los casos
de obesidad son de origen multifactorial. Se reconocen factores genéticos,
metabólicos, endocrinológicos y ambientales. Sin embargo, la obesidad exógena o
por sobrealimentación constituye la principal causa. Entre los factores
ambientales destacan tanto el aumento de la ingesta de alimento como la
reducción de la actividad física.
Ser obeso aumenta el riesgo de padecer diabetes,
enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, artritis y ciertos cánceres.
¿Por qué algunas
personas llegan a ser obsesas y otras no?
Dos tipos de diferencias individuales intervienen en la
obesidad: las que llevan a diferencias en el input de energía y las que llevan
a diferencias en el output de energía. Los que son obsesos son aquellos cuyo
consumo de energía ha superado mucho su gasto energético; los que son delgados
son aquellos cuyo consumo de energía no ha superado mucho su gasto energético.
¿Por qué los
programas de adelgazamiento por lo general son ineficaces?
La mayoría de los programas de adelgazamiento fracasan en
el sentido de que, como predice el modelo del pinto de equilibrio, se vuelve a recuperar
la mayor parte del peso perdido una vez que se finaliza el régimen y se restablecen
las circunstancias originales. La clave para perder peso de una forma
permanente es cambiar permanentemente el estilo de vida.
ARTÍCULOS PARA QUE
AMPLÍES TUS CONOCIMIENTOS
A continuación te dejo algunos artículos para que puedas
ampliar tus conocimientos acerca del hambre, la ingesta de los alimentos y la
salud. Encontrarás el título, el resumen del artículo y posterior a ello, un
enlace donde podrás encontrar el artículo completo.
Regulación neuroendócrina
del hambre, la saciedad y mantenimiento del balance energético
El hambre, la saciedad y el balance energético, se
regulan por un sistema neuroendocrino redundante, integrado a nivel del
hipotálamo. El sistema consiste de una compleja red de circuitos
neurohormonales, que incluyen señales moleculares de origen periférico y
central, de corta y de larga duración; así como, otros factores de tipo
sensorial, mecánico y cognoscitivo. El sistema minimiza el impacto de
fluctuaciones de la ingesta y el gasto energético sobre la masa grasa y el peso
corporal. Las señales de corta duración, en su mayoría hormonas del tracto
gastrointestinal, regulan la cantidad de alimento consumida en cada tiempo de
comida. Las señal es de larga duración reflejan el tamaño de la reserva grasa.
Los conocimientos de nuevas señales moleculares con efectos orexígenos o
anorexígenos y de sus funciones en el mantenimiento de la homeostasis
energética, serán de utilidad para diseñar mejores estrategias farmacológicas
en el tratamiento de los trastornos de la alimentación.
Regulación de la
ingesta alimentaria y del balance energético; factores y mecanismos implicados
La regulación de la ingesta energética representa un proceso
de vital importancia en el organismo ya que posibilita el mantenimiento de un
equilibrio entre la cantidad de energía almacenada en forma de grasa corporal y
el catabolismo de la misma.
Se encontraron un total de 198 estudios científicos, de
los cuales únicamente 70 cumplían los requisitos de la búsqueda. Todos los
estudios consultados coinciden en la importancia de las hormonas
gastrointestinales como principales agentes moduladores de la homeostasis
energética. Dicho efecto modulador sobre el apetito y la saciedad tiene lugar
mediante su acción directa sobre el hipotálamo o el núcleo del tracto solitario
a nivel del tronco encefálico (sistema nervioso vegetativo). Únicamente la
ghrelina, ha sido relacionada con el inicio de la ingesta considerándola una de
las principales señales orexigénicas en los modelos animales estudiados y en
humanos.
Hambre, apetito y
saciedad
A medida que la obesidad se expande por el mundo con
fuerza epidémica, crece el interés de los investigadores por conocer cómo se
regulan las sensaciones que gobiernan las conductas alimentarias del ser
humano. El consumo de alimentos depende de ciclos alternantes de hambre y
saciedad. Estas sensaciones radican en centros altamente especializados del
hipotálamo, y están sujetos a un exquisito control neurohormonal. Los centros
reguladores del hambre y el apetito también integran otras influencias
hormonales originadas en sitios tan distantes como el estómago y el intestino
delgado; e incluso ambientales, entre las que se cuentan el fotoperíodo y los
ritmos circadianos. Se ha avanzado que el ingreso desmedido de alimentos, y con
ello, el exceso de peso resultante, sean causados por desregulaciones de las
sensaciones del hambre y el apetito, lo que ha abierto la posibilidad a la
manipulación farmacológica de las mismas a fin de lograr una conducta
alimentaria equilibrada. Cuanto más se avance en el conocimiento de las relaciones
que sostienen los centros reguladores del apetito y la saciedad entre sí y con
el resto de los tejidos y sistemas de la economía, más efectivas serán las
terapias orientadas a la reducción del peso y el mantenimiento del peso
perdido.
La epidemiología y
los factores de riesgo de los trastornos alimentarios en la adolescencia; una
revisión
En la actualidad, existe la mayor ocurrencia de
enfermedades de origen biopsicosocial, en especial los trastornos alimentarios,
que involucran diferentes sistemas del cuerpo y los aspectos inherentes a la persona
y sus relaciones sociales.
La mayor incidencia de la anorexia y bulimia nerviosa se
presenta entre las niñas en la fase media y final de la adolescencia. Entre los
factores que aumentan el riesgo para la aparición de los trastornos alimentarios
en la adolescencia se encuentran: la genética, los cambios corporales en la
pubertad, la vulnerabilidad de los adolescentes a los ideales de delgadez, la
presión social por ser delgada, la insatisfacción con la imagen corporal, la
dieta restrictiva, la depresión y la baja autoestima. Sin embargo, se sugiere
que en las diferentes culturas los trastornos del comportamiento alimentario
pueden venir de una serie de condiciones no relacionadas con las conductas
compensatorias o con el peso, pero con la forma del cuerpo o parte de lo mismo.
El papel actual de
la cirugía del sistema límbico: el caso de la anorexia y la bulimia terminales
La psicocirugía o la neurocirugía para trastornos psiquiátricos
han tenido una larga y controversial historia. Las contribuciones de diferentes
médicos de los que sobresalen el psiquiatra suizo Gottlieb Burckhart, y el neurólogo
Egas Moniz modificaron lo que antiguamente se consideraba “cirugía de la
mente”. En este camino ha tenido entusiastas colaboradores y también detractores.
La evolución de las técnicas anestésicas y quirúrgicas ha logrado llevar a la
neurocirugía funcional hacia una alternativa congruente en trastornos psiquiátricos
refractarios debido a los avances en el campo de la esterotaxia, para hacerlo
un procedimiento seguro y con resultados favorables. Presentamos una serie
preliminar a largo plazo en anorexia y bulimia terminales tratadas con este
procedimiento. Material y métodos: se exponen tres casos de pacientes con
trastornos de alimentación, sometidos a la valoración de un comité de
psicocirugía a los que se realizó: talamotomía tipo Zamboni (bilateral con
involucro de lamella mediales oralis y núcleo dorsomediano del tálamo) y
leucotomía límbica tipo Kelly modificada, de 6 mm de diámetro mediante
termocoagulación en cápsula anterior y cíngulo, tratando de interrumpir el tracto
talamocortical (tracto corticoestriatotalámico), disminuyendo una carga de
fibras que conectan la corteza orbitofrontal con el sistema límbico y disminuyendo
las conexiones bidireccionales entre los lóbulos frontales (áreas prefrontales,
circuito límbico basolateral) y el tracto corticopontino prefrontal. Resultados:
a 6, 12 y 28 meses de valoración encontramos mejoría significativa en
sintomatología relacionada a depresión, y de discapacidad en la escala de
Sheehan, mejoría en agresividad. No hay cambios en el trastorno obsesivo
compulsivo medido por la escala de Yale/Brown, en ansiedad e impulsividad.
REFERENCIAS
Pinel, J. (2007). Biopsicología. Madrid, España. PEARSON
EDUCATION. Pp. 323 – 332, 339 – 349.
OMS (2015). Obesidad y sobrepeso.
Recuperado de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/
NIH (2015). Obesidad. Recuperado de: https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/obesity.html
APA (s.f.) Trastornos de la alimentación.
Recuperado de:
http://www.apa.org/centrodeapoyo/trastornos.aspx
TeensHealth (s.f.) Trastornos alimentarios.
Recuperado de:
http://kidshealth.org/es/teens/eat-disorder-esp.html
AACAP (2015). Adolescentes con desórdenes alimenticios.
Recuperado de:
https://www.aacap.org/AACAP/Families_and_Youth/Facts_for_Families/FFF-Spanish/Los-Adolescentes-con-Desordenes-de-la-Alimentacion-002.aspx
Femactual (2010). Desórdenes alimenticios.
Recuperado de: http://www.deguate.com/artman/publish/mujer_belleza/desordenes_alimenticios.shtml#.VxZPMDDhDIX
Un chooch es un término que viene de una palabra italiana para idiota. Ser un chooch es cuando usted pretende como usted sabe todo sobre cigarros aunque usted es incorrecto.
ResponderEliminarhttps://1001proverbio.org/cuidado-con-la-ceniza-lifehack/
ontino prefrontal. Resultados: a 6, 12 y 28 meses de valoración encontramos mejoría significativa en sintomatología relacionada a depresión, y de discapacidad en la escala de Sheehan, mejoría en agresividad. No hay cambios en el trastorno obsesivo compulsivo medido por la escala de Yale/Bro la-voz.net/cultura-chancay/
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